El dolor en la columna vertebral puede ser causado por una variedad de factores, como lesiones puntuales, desequilibrios musculoesqueléticos, degeneración y desgaste natural, o enfermedades como la artritis.
La Electrolisis Percutánea Intratisular EPI® es una novedosa técnica de Fisioterapia que se utiliza para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas (tendinitis, bursitis, roturas musculares, neuralgias,..). En particular, ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de lesiones de la columna vertebral o neuroraquis.
El dolor agudo en la columna vertebral se refiere a una lesión reciente, como una distensión muscular, una hernia de disco, una fractura vertebral,... que generalmente se resuelve por sí solo en unas pocas semanas, pero puede requerir tratamiento para controlar los síntomas y acelerar la recuperación.
Por otro lado, el dolor crónico en la columna vertebral se refiere a un dolor persistente que dura más de tres meses. El dolor crónico puede ser causado por una variedad de factores, como una lesión previa que no se ha solucionado adecuadamente, síndrome facetario, una enfermedad crónica como la artritis, la enfermedad degenerativa del disco, una lesión ligamentosa,... También puede estar causado por factores metabólicos o psicológicos que pueden causar inflamación de bajo grado.
La EPI® consiste en la aplicación de una corriente eléctrica galvánica a través de una o varias agujas de acupuntura colocadas en el tejido blando afectado. Esto crea una reacción electroquímica en el tejido, lo que ayuda a acelerar el proceso de curación y reparación.
1. Reorganización del tejido conectivo: La EPI puede estimular la producción de nuevas fibras de colágeno y la reorganización de las fibras de colágeno existentes en los tejidos blandos. Esto puede ayudar a mejorar la resistencia y la elasticidad del tejido, lo que puede reducir el dolor y mejorar la función.
2. Aceleración del proceso de cicatrización: La EPI puede estimular la producción de factores de crecimiento en los tejidos blandos, lo que puede acelerar el proceso de cicatrización y reparación de los tejidos dañados.
3. Reducción de la inflamación: La EPI puede reducir la inflamación en los tejidos blandos, lo que puede reducir el dolor y la rigidez asociados con las lesiones.
4. Aumento del flujo sanguíneo: La EPI puede aumentar el flujo sanguíneo en los tejidos blandos, lo que puede mejorar la entrega de oxígeno y nutrientes a las células y acelerar el proceso de cicatrización.
La EPI® es una técnica muy precisa y se realiza con la ayuda de ecografía en tiempo real para asegurarse de que la aguja se coloque en el lugar correcto. Esto permite al fisioterapeuta tratar la lesión de manera efectiva y minimizar el daño a los tejidos circundantes.
En el caso de lesiones de la columna vertebral o neuroraquis, la EPI® se puede utilizar para tratar una amplia variedad de afecciones, como hernias de disco, estenosis espinal, dolor lumbar y cervical, y ciática, entre otros.
Una de las principales ventajas de la EPI® es que es un tratamiento de alta efectividad respecto a otras técnicas y relativamente indoloro. La mayoría de los pacientes experimentan una sensación de hormigueo o pinchazo durante el procedimiento, pero esto suele ser tolerable y no causa molestias significativas. Así mismo, es una técnica que está demostrando que puede mejorar significativamente los síntomas de dolor y la función en pacientes con lesiones de la columna vertebral. En algunos casos, incluso puede evitar la necesidad de cirugía.
En términos de tratamiento, la Electrolisis Percutánea Intratisular EPI® se ha utilizado con éxito en el tratamiento tanto del dolor agudo como del dolor crónico en la columna vertebral, acelerando la curación del tejido dañado, reduciendo la inflamación y la irritación de los nervios, así como mejorando la función muscular, lo que puede reducir el dolor y mejorar la movilidad.
Has de tener en cuenta que las propuestas de tratamiento o los protocolos rígidos o únicos no existen. La realidad es que en el trabajo diario hay que adaptar y modificar el tratamiento a cada paciente. Con frecuencia combinamos la aplicación de la técnica EPI® con otras como la Neuromodulación, la terapia manual o el ejercicio terapéutico para obtener mejores resultados.
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