El síndrome del latigazo cervical, también conocido como esguince cervical o whiplash, es un traumatismo agudo del cuello causado por un mecanismo de aceleración-desaceleración que transmite su energía al cuello. Este tipo de lesión puede ocurrir en accidentes de tráfico, caídas o golpes bruscos, deportes de contacto,... y puede afectar a cualquier persona, aunque es más común en personas que conducen o viajan en vehículos.
El síndrome del latigazo cervical se produce cuando la columna cervical realiza un giro o inclinación brusca seguida de un movimiento rápido en dirección opuesta. Esto puede causar lesiones en los tejidos y estructuras del cuello, incluyendo los discos, ligamentos, músculos y nervios. La lesión clásica comienza con una hiperextensión forzada de la cabeza, seguida de una hiperflexión que afecta estructuras como los discos, musculatura posterior, ligamento vertebral común posterior y complejo ligamentoso occipitoatloideo.
Si en el momento del impacto la cabeza está rotada, las lesiones suelen ser más importantes, ya que esta posición sitúa la mayor parte de las estructuras (articulaciones interapofisarias, disco intervertebral y ligamentos) en una situación más susceptible de lesión.
Como factores de mal pronóstico más aceptados encontramos: condiciones previas al accidente como dolor y patología cervical, rigidez cervical, parestesias de manos, brazos y hombros, grado o intensidad de la lesión, posición de la cabeza en el momento del impacto, reacción de protección en el momento del accidente o zona relajada por golpe inesperado,...
Los síntomas del síndrome del latigazo cervical pueden ser muy variados según la gravedad de la lesión, ya que afecta a diferentes elementos anatómicos y a veces los síntomas no se presentan de forma inmediata. El 50% de los pacientes que sufren un latigazo cervical continúan presentando síntomas 6 meses después de la lesión, es decir, 1 de cada 2 pacientes acabará calificándose como crónico. Existe numerosa literatura científica a cerca de la eficacia de la fisioterapia y el ejercicio como forma de atención temprana para el tratamiento del latigazo cervical agudo, y son bien conocidos sus beneficios frente a la inmovilización con collarín.
Los síntomas más frecuentes del latigazo cervical en la fase aguda tras una colisión en accidente de tráfico son las molestias cervicales (88% a 100%) y la cefalea (54% a 66%).
En España ha sido muy frecuente la prescripción de reposo más collarín blando para el Síndrome del Latigazo Cervical. Sin embargo, desde los años 85-90 el uso del collarín se empezó a cuestionar por estudios que demostraban que la movilización precoz era más eficaz y que el collarín incluso aumentaba los riesgos de desarrollar síntomas crónicos.
En la actualidad NO se inmovilizan los grados leves y los grados moderados no se deberían inmovilizar más de 72 horas, porque las inmovilizaciones más prolongadas hacen que se retrase el proceso natural de curación. Un uso prolongado de collarín provoca atrofias por desuso y facilita la contractura de partes blandas, acorta músculos, reduce el tejido de la zona subescapular, incrementa la dependencia y da sensación de discapacidad. En los casos en que sea necesario un uso más prolongado del collarín, se iniciará la retirada progresiva lo más pronto posible. Cada caso se deberá valorar de manera individual por un profesional especializado.
Se trata de una lesión difícil de diagnosticar a través de las pruebas de imagen, ya que resulta difícil relacionar la clínica con la información obtenida de las imágenes. Actualmente, el método clásico de diagnóstico por imagen es la radiografía, la cual generalmente no suele revelar ningún dato anormal. Otras pruebas que se pueden realizar son la Resonancia Magnética y el TAC, aunque algunos autores opinan que son de escasa utilidad también. Será frecuente observar la típica imagen de rectificación cervical, pero no irá correlacionada con la gravedad de los síntomas ni con la evolución.
Por ello es de gran importancia realizar un correcto diagnóstico y seguimiento basado en la clínica, usando una amplia anamnesis y exploración física del
paciente.
El tratamiento de Fisioterapia para el síndrome del latigazo cervical tiene como objetivos principales, disminuir el dolor y las contracturas musculares, recuperar la la fuerza y la movilidad y amplitud completa del movimiento, así como eliminar otros síntomas como el mareo/vértigo, acúfenos, molestias lumbares, mandibulares,... El tratamiento general consiste en la mínima inmovilización y la rehabilitación precoz. En la fase aguda, la primera semana, el tratamiento puede incluir antiinflamatorios no esteroideos y/o relajantes musculares, pero se retiraran lo antes posible.
En mi consulta, desde hace años confío en el tratamiento multimodal de fisioterapia. Que consiste en la combinación de diferentes técnicas y terapias que, combinadas correctamente entre ellas, ofrecen mejores resultados que por sí solas. El tratamiento será siempre personalizado tras un correcto razonamiento clínico.
Entre las terapias que pueden ser de gran utilidad en el tratamiento del síndrome del latigazo cervical, se encuentran las siguientes:
La Fisioterapia es fundamental en el tratamiento del síndrome del latigazo cervical. Actualmente existen técnicas avanzadas que, tras una correcta valoración y junto con un protocolo de ejercicios personalizado en casa caso, nos permiten acortar los plazos y mejorar de manera notable los resultados para ayudar a los pacientes a recuperar su función y mejorar su calidad de vida.
Si buscas buenos resultados, ponte en manos de un buen profesional.