Si has notado un bulto o masa suave cerca de alguna articulación, muy probablemente se trate de un quiste sinovial o ganglion. Aunque no son peligrosos, pueden causar dolor, preocupación y limitar el movimiento de tu mano o pie.
Los quistes sinoviales son redondos u ovalados y generalmente miden menos de 2,5 centímetros de diámetro. Algunos son tan pequeños que no pueden sentirse. El tamaño de un quiste puede fluctuar, a menudo se hace más grande cuando se utiliza esa articulación para los movimientos repetitivos.
Muchos pacientes acuden pensando que la única opción es la cirugía, pero en mi consulta de fisioterapia en Palma, me especializo en un tratamiento conservador que busca resolver la causa del problema y mejorar la función de tu articulación.
Un quiste sinovial es una protuberancia benigna, llena de un líquido espeso y gelatinoso, similar al que lubrica las articulaciones (líquido sinovial). Es como un "globo" que se forma a partir de una articulación o de la vaina que rodea a los tendones.
Aunque la causa exacta sigue siendo investigada, se cree que aparecen por:
Irritación o Trauma: Se forman cuando la articulación o el tendón han sufrido un estrés o un microtraumatismo repetitivo, lo que provoca que la membrana sinovial "hernie" y se llene de líquido.
Desgaste articular: Es más común en personas con cierta degeneración o inestabilidad en la articulación afectada.
Los quistes sinoviales son más comunes en:
La muñeca: Especialmente en la parte dorsal.
Los dedos: Cerca de las articulaciones pequeñas.
El tobillo y el pie: En la zona del empeine.
Los síntomas varían:
Bulto visible: Una masa palpable que puede cambiar de tamaño.
Dolor: Puede aparecer si el quiste presiona estructuras cercanas o si la articulación se sobrecarga.
Debilidad o hormigueo: Si el quiste es grande, puedo llegar a presionar un nervio cercano, causando síntomas neurológicos.
Mi tratamiento se centra en abordar la disfunción articular subyacente y reducir el contenido del quiste para que deje de ser sintomático.
Mi objetivo es mejorar la función de tu articulación y evitar la cirugía.
Debido a su precisión y alto potencial de efectividad, la Electrolisis Percutánea Intratisular EPI® es mi técnica de primera elección para el tratamiento conservador del quiste sinovial.
Utilizo esta técnica avanzada para aplicar una corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura de manera controlada mediante el uso de la ecografía, que ayuda a reabsorber el contenido del quiste. Al aplicarla directamente sobre la pared del quiste, busco estimular una respuesta biológica que ayude a que este se reabsorba y se cierre la pequeña "válvula" que permite la salida del líquido sinovial.
El tratamiento ecoguiado con la técnica EPI es rápido, seguro y no requiere anestesia.
Aunque no es 100% efectiva en todos los casos, considero que es un excelente punto de partida para muchos pacientes antes de plantear otras soluciones más invasivas.
Una vez aplicado el tratamiento con EPI®, el trabajo manual es fundamental.
Terapia Manual: Utilizo técnicas específicas para restaurar el movimiento normal de la articulación (muñeca, mano o pie), reduciendo el estrés en la cápsula articular que es la causa principal de la formación del quiste.
Ejercicios Terapéuticos (Gestión de la Carga): Te guiaré en un programa de ejercicios para fortalecer y dar estabilidad a los músculos circundantes. Esto es clave para evitar la recurrencia del quiste y asegurar que la articulación funcione correctamente a largo plazo.
Si has detectado un quiste que te causa dolor, limita tu movimiento o está creciendo rápidamente, no esperes. Un tratamiento de fisioterapia temprano puede evitar procedimientos más invasivos y ayudarte a comprender la causa de tu dolor.
Estoy aquí para ayudarte a tratar tu quiste sinovial de forma conservadora. Contáctame para una valoración.